Skip to main content

1. Curación Cristiana: El Carácter Perfecto Del Ser

LECCIO?N I

1.- "Hay un espi?ritu en el hombre, y el soplo del Omnipotente le hace que entienda". La ciencia que aqui? se expone esta? basada en el Espi?ritu. No siempre se aviene a las normas intelectuales, pero, de todas maneras, es cienti?fica. Los hechos del Espi?ritu son de cara?cter espiritual, y cuando los entendemos en su correcta relacio?n, vemos que son ordenados. El orden es la ley, y es la prueba de la verdadera ciencia.

2.- Las verdades conforme a la ley del Espi?ritu, son ma?s cienti?ficas que las opiniones constantemente variables, basadas en las normas intelectuales. La u?nica ciencia verdadera, es la ciencia del Espi?ritu. Esta nunca cambia. Es universalmente aceptada por todos aque?llos que son en Espi?ritu, pero hay que ser "en Espi?ritu" para poder comprender esta ciencia del Espi?ritu. La mente del Espi?ritu debe entrar en actividad en aque?llos que desean entender la ciencia ordenada del Ser, que estas lecciones proclaman.

3.- No es absolutamente necesario que la parte espiritual de la naturaleza humana este? activa al comienzo del estudio de esta ciencia. El objetivo primordial de estas lecciones, es avivar la regio?n espiritual de la conciencia, y atraer "el soplo del Omnipotente" que da el entendimiento.

4.- Por lo tanto, debe entenderse que estamos ensen?ando la ciencia del Espi?ritu, y que todos aque?llos que este?n receptivos a la ensen?anza, recibira?n la inspiracio?n de su conciencia espiritual. El recibir el "soplo" o la inspiracio?n del Espi?ritu, no es algo difi?cil de lograr.

Todos nosotros somos inspirados por el Espi?ritu en ciertos estados de conciencia. El comprender las leyes que gobiernan el reino del Espi?ritu, hara? factible el alcanzar ese estado de conciencia, y recibir esa inspiracio?n, siempre que los requisitos se hayan cumplido.

5.- El punto de partida en la realizacio?n espiritual, es la comprensio?n correcta de Aque?l a quien designamos con el nombre de Omnipotente. Es rigurosamente lo?gico y cienti?fico el suponer que el hombre procede de ese Uno, al que se le dan mu?ltiples nombres pero Quien (y en eso todos estamos de acuerdo) es el origen de todo. Dado que el hombre es hijo del Omnipotente, e?l debe tener las caracteri?sticas de su Padre. Si el hijo terrenal se parece a sus padres, con mayor razo?n el hijo celestial debe parecerse al suyo. El hecho de que Dios es el Padre del hombre, destruye la presuncio?n, frecuentemente proclamada, de que es imposible para el finito comprender al Infinito. Dios debe estar presente en Su universo, como un poder omnipresente e inteligente, de otro modo, e?ste se hari?a an?icos. Dios esta? en el universo como su constante "soplo" o inspiracio?n, por tanto, so?lo es necesario encontrar el punto de contacto para comprender al Uno, en el cual todos "vivimos, nos movemos, y tenemos nuestro ser".

6.- El juicio lo?gico es un elemento fundamental del ser humano, de aqui? que todas las mentes acepten los planteamientos que siguen una secuencia lo?gica. Todos vemos la relacio?n entre causa y efecto, cuando se expresan en el plano mental, pero, como el plano de las formas no siempre se gui?a por estas premisas, nos apartamos de la norma verdadera y tratamos de convencernos a nosotros mismos, de que, de alguna manera, nuestra lo?gica esta? defectuosa.

Algo muy importante que el estudiante de la ciencia espiritual debe aprender, es confiar en la lo?gica de la mente. Si las apariencias no esta?n en armoni?a con sus premisas mentales, no debe permitir que ellas echen abajo su lo?gica. "No juzgue?is segu?n las apariencias, mas juzgad con recto juicio". Nunca confiari?amos en las confusas cifras hechas por un nin?o al resolver un problema matema?tico, para basar en ellas la verdad del principio envuelto; ni podri?amos descubrir un error en el problema, a menos que supie?ramos las reglas matema?ticas. Las proposiciones mentales son las normas y los principios que gobiernan todas las ciencias desarrolladas por el hombre. En la ciencia de la creacio?n, gobierna el mismo principio. Puedes descansar en la seguridad de que los principios que mentalmente percibes como verdades con respecto a Dios, son inquebrantables y que, si parece haber error en sus resultados, es por aplicacio?n erro?nea de parte del demostrador. Adhirie?ndote al principio e insistiendo en su exactitud, abres el camino para una comprensio?n ma?s completa del mismo; asimismo se te mostrara? la causa del error en la demostracio?n.

7.- Si te crea confusio?n mental el contemplar un mundo a la vez bueno y malo, y, como consecuencia de ello, te has vuelto algo esce?ptico, el u?nico y seguro remedio es confiar en el juicio puro de tu percepcio?n espiritual, y dejar que e?l te aclare toda la cuestio?n. Desecha todo prejuicio basado en una percepcio?n confusa; haz que tu mente este? receptiva a una ma?s clara comprensio?n, la cual sin duda tendra? lugar, en el momento en que te apoyes en el Espi?ritu, en el momento en que so?lo confi?es en el Espi?ritu para la solucio?n del problema.

8.- Esto no es fe ciega; esto es, en la superconciencia, la aceptacio?n de la lo?gica del Ser. La superconciencia es la u?nica gui?a segura del hombre en el laberinto del proceso creativo. Al confiar en la infalibilidad de esta orientacio?n, el hombre abre su ser a la inspiracio?n del Omnipotente. La espiritualidad puede ser cultivada, y las profundas verdades de Dios pueden ser reveladas a cualquiera que mentalmente proclame y afirme como percepcio?n lo?gica, la bondad y la Verdad del Ser.

9.- La proposicio?n central que nos inspira el Espi?ritu, es que Dios, o la Causa primera, es bueno. No importa el nombre que le demos a esa Causa primera, lo que importa es que tengamos un concepto correcto de Sus caracteri?sticas. El hindu? le llama Brahma, un ser de tan colosales proporciones, que su sola contemplacio?n anonada al hombre. Si bien es verdadera esa grandeza del Ser Absoluto, tambie?n es verdadera Su pequenez, como se evidencia en la presencia de Su vida en las creaciones ma?s insignificantes. Por tanto, para poder penetrar en el verdadero centro del Ser, es necesario comprender que El se manifiesta tanto en las cosas ma?s pequen?as, como en las ma?s grandes, y que, al poner de manifiesto un universo, no se puede prescindir de ninguna idea sin desequilibrar el todo. Esto nos lleva a comprender, con mayor claridad, nuestra importancia en el universo y la necesidad de encontrar nuestro lugar adecuado en e?l. Esto nos pone tambie?n en estrecha comunicacio?n con el Padre de todo, la omnipresente Inteligencia que todo lo penetra.

10.- El Padre dentro de ti, tan amorosa y familiarmente revelado por Jesu?s, no esta? alejado en un lugar distante llamado cielo. Su morada esta? en el reino espiritual que sostiene todas las fuerzas creadoras. Como Jesu?s comprendio? y ensen?o?, "el reino de Dios esta? dentro de vosotros". El Espi?ritu es la sede del poder, y habita en la parte invisible de la naturaleza humana.

11.- Esta revelacio?n de un Dios inmanente en el universo, fue claramente enunciada por Pablo: "sobre todo, y a trave?s de todo, y en todo". Los ministros inspirados de todos los tiempos, han proclamado lo mismo.

12.- El Poder que crea y sostiene el universo, incluye, entre sus actividades, el crear y sostener al hombre. El deseo de comprender con mayor exactitud este Poder, ha incitado a una investigacio?n de las caracteri?sticas de ese Uno que lo penetra todo. Por todas partes, los hombres esta?n buscando seriamente como conocer a Dios, y como relacionarse con El armoniosamente. Algunos tienen e?xito, mientras que otros solo hacen pequen?os progresos La diversidad de los resultados obtenidos se debe a la variedad de medios empleados para acercarse a la u?nica Mente, pues tal es Dios. En la mente esta? la clave de todo el asunto, y cuando el hombre comprenda claramente la ciencia de la mente, resolvera? fa?cilmente todos los misterios de la creacio?n.

13.- Las definiciones del diccionario para las palabras "mente" y "espi?ritu", son casi ide?nticas y si aceptamos esta analogi?a, podemos entrar en contacto con Dios ma?s fa?cilmente. Si "espi?ritu" y "mente" son sino?nimos, inmediatamente nos damos cuenta de que las cosas espirituales no encierran un gran misterio, que no esta?n separadas de nuestros pensamientos y experiencias cotidianas. "Sois templo de Dios, y ... el Espi?ritu de Dios mora en vosotros", simplemente significa que Dios vive en nosotros como nuestra mente vive en nuestro cuerpo. Estonces vemos que Dios crea y mueve su creacio?n a trave?s del poder de la mente. Los vehi?culos de la mente son los pensamientos, y es a trave?s de nuestra mente, en la actividad pensante, que podemos encontrar a Dios y hacer Su voluntad.

14.- Hay leyes mentales que los investigadores esta?n descubriendo, observando y tabulando, como nunca se habi?a hecho antes en la historia del mundo. £1 hombre tiene la habilidad de discernir y comprender los diferentes factores que forman parte del proceso creativo de la mente y, a trave?s del estudio de las leyes mentales, puede percibir y aceptar la ciencia de las ideas, de los pensamientos y de las palabras. Pero aque?llos que investigan la naturaleza y sus leyes, desde el punto intelectual y fi?sico, no pueden alcanzar una comprensio?n completa, porque no se remontan hasta la Mente causante donde se origina la multitud de si?mbolos que constituyen el universo visible. Las formas materiales que vemos a nuestro alrededor, son las marcas de tiza de un enorme problema que esta? resolviendo la Mente u?nica. Para llegar a comprender ese problema y para captar aunque sea una ligera idea de su significado, debemos entender lo que representan esas marcas de tiza; esto es lo que queremos decir al estudiar la Mente que esta? detra?s de la naturaleza. El hombre es mente y es capaz de comprender el plan y las ideas en detalle de la Mente suprema.

15.- Las ideas divinas son la herencia del hombre; ellas esta?n repletas de toda clase de posibilidades, porque las ideas son el fundamento y la causa de todo lo que el hombre desea. Con esta comprensio?n como base, fa?cilmente percibimos como "todo ... lo mi?o es tuyo". Todas las ideas contenidas en la Mente-Padre esta?n bajo el mandato mental de Sus hijos. Penetra dentro de las cosas, en el reino mental donde ellas existen como ideas inagotables, y podra?s obtener beneficios de ellas a perpetuidad, sin que nunca se agote la fuente.

16.- Con esta comprensio?n de la potencialidad de la Causa primaria, vemos que es una cosa simple el resolver el problema de la vida, siendo las "ideas" la clave de toda situacio?n. Asi?, la vida en expresio?n, es actividad; y, en el Ser, es una idea de actividad. Para hacer que la vida aparezca en el plano visible, no tenemos ma?s que abrir nuestra mente y nuestros pensamientos a la divina idea de vida y actividad, y he aqui? que todo lo visible nos obedece. Es a trave?s de esta comprensio?n, y de su cultivo en diferentes niveles, que los hombres han adquirido la habilidad de resucitar a los muertos. Jesu?s comprendio? este reino de las ideas supremas o, como El dijo, "el reino de Dios... dentro de vosotros". Cuando El resucito? a La?zaro, invoco? este poder. Cuando Marta le hablo? acerca de una resurreccio?n futura, El dijo: "Yo soy la resurreccio?n y la vida; el que cree en mi?, aunque haya muerto, vivira?". Aque?l cuya mente se identifique con la Mente omnipresente, se unifica de tal manera con ella, que puede vencer a la muerte.

17.- La realidad del universo esta? contenida en la mente del Ser, en forma de ideas de vida, de amor, de substancia, de inteligencia, de Verdad ... Estas ideas pueden combinarse de mu?ltiples maneras, produciendo una variedad infinita en el reino de las formas. Hay una combinacio?n correcta, que constituye el orden divino, el reino del cielo en la tierra. A esta relacio?n correcta de las ideas y a la ciencia del pensamiento correcto, llamamos "cristianismo pra?ctico".

18.- El estudiante de la ciencia del Ser deberi?a comenzar todas sus investigaciones y sus actividades mentales en la base de la Mente u?nica. Si Ud. es esce?ptico acerca de la existencia de Dios, o si cree en El de una manera abstracta, sin haber tenido ninguna experiencia o despertamiento mental consciente que le haya dado prueba de Su existencia, deberi?a practicar con dedicacio?n la oracio?n, la afirmacio?n y la invocacio?n. Recuerde que Dios no es un rey que le impone Su presencia, ya Ud. la desee o no, sino una Mente omnipresente que abarca y penetra todas las cosas.

19.- Hay una placidez eterna y un gozo inexpresable en la perfecta unio?n de tu mente y la Mente perfecta. El punto de contacto esta? en el deseo y en la bu?squeda de tu parte: "Buscad, y hallare?is; llamad, y se os abrira?".

20.- De todo esto surge esta pregunta: si somos vastagos de la Mente Divina, ¿por que? no estamos naturalmente conscientes de Su presencia? La respuesta es la siguiente: Al usar el privilegio que hemos heredado, de poder convertir las ideas en cosas visibles, hemos creado un reino que nos separa en conciencia de la Mente-Padre. Esta es la ensen?anza de Jesu?s en la para?bola del hijo pro?digo. Cuando estemos hastiados de la conciencia de los sentidos, so?lo tenemos que tornar nuestra faz (inteligencia) hacia la casa del Padre; alli? encontraremos una amorosa bienvenida.

21.- El comprender que Dios no esta? en un cielo distante, ni localizado en ninguna regio?n geogra?fica, nos da un sentido de proximidad y de unidad con la Mente-Padre. Jesu?s fue un bello ejemplo de esta comunio?n mutua de la conciencia humana con la fuerza omnipresente y espiritual del universo. Dios estaba ma?s cerca de El que sus manos o sus pies. El someti?a todas las cosas a este Padre amoroso, que estaba en constante comunio?n y cooperacio?n con el Hijo; y, au?n en Su caso, existio? la conciencia personal independiente que lo acosaba cuando trataba de liberarse de las limitaciones mortales. Por tanto, no debemos desanimarnos o descorazonarnos si no encontramos ra?pidamente el reino de Dios dentro de nosotros. Jesu?s paso? noches enteras en oracio?n y nosotros no deberi?amos fatigarnos por unos pocos momentos cada di?a. Media hora de meditacio?n diaria abrira? la mente a la conciencia del Uno interior, y revelara? muchas cosas que esta?n escondidas al hombre natural.

22.- El hecho es que la Verdad no puede ser ensen?ada, sino que debe ser experimentada individualmente. La presencia de la Mente Divina en el alma, no puede ser explicada en palabras; puede ser insinuada o puede hacerse referencia a ella por medio de para?bolas, y decir que se asemeja a esto o lo otro, pero nunca podra? describirse como realmente es. La habilidad de la mente individual para combinar las ideas de la Mente Divina es una conciencia propia, hace que cada uno de nosotros sea "el Hijo unige?nito", una creacio?n particular y especial. No hay dos individuos en todo el universo que sean exactamente iguales, porque siempre habri?a variacio?n en las ideas que cada cual se apropia de la Mente Divina.

La Verdad es, pues:

Que Dios es Principio, Ley, Ser, Mente, Espi?ritu, Todo-Bien, omnipotente, omnisciente, omnipresente, incambiable, Creador, Padre, Causa y origen de todo lo que existe.

Que Dios esta? formado individualmente en la conciencia de cada uno de nosotros, y que lo conocemos como "Padre" cuando lo reconocemos, dentro de nosotros, como nuestro Creador, nuestra mente, nuestra vida, nuestro propio ser.

Que la mente tiene ideas y que las ideas tienen expresio?n; que todo lo manifestado en nuestro mundo es el resultado de ideas que mantenemos en la mente y que se esta?n expresando.

Que para producir o manifestar la armoni?a de la Mente Divina o del "reino del cielo", todas nuestras ideas deben sumarse a las ideas divinas, y deben expresarse en el orden divino de la Mente Divina.

AFIRMACIONES PARA LA REALIZACIO?N DE LA MENTE DIVINA

(Para usarse con la leccio?n primera)

  1. So?lo hay una presencia, una Inteligencia, una Substancia, una Vida: el Bien omnipotente.
  2. Dios es el nombre del Principio siempre presente en todas partes, en el cual vivo, me muevo y tengo mi ser.
  3. Dios, es el nombre de mi bien.
  4. Dios omnipotente, "Padre de todos, el cual esta? sobre todos y por todos, y en todos".
  5. Tu nombre es Espi?ritu. Te conozco como la Mente u?nica que todo lo ve.
  6. "Padre nuestro que esta?s en los cielos (la armoni?a interior presente en todas partes), santificado sea Tu nombre (la integridad manifiesta tu cara?cter)".
  7. Tu? esta?s siempre conmigo, como moradora sabiduri?a y amor.
  8. Tu ley es ahora la norma de mi vida y estoy en paz.
  9. "Yo en ti?...y tu? en mi?
  10. Tu? nunca esta?s separado de mi?; te veo ahora, cara a cara.
  11. Pienso Tus pensamientos despue?s de Ti.
  12. Vivo en Ti y participo de Tu omnipotencia.
  13. En Ti esta? mi perfeccio?n.