LECCIO?N XII
1.- "Mirad cual amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; y eso es lo que somos".
2.- "El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en e?l".
3.- "El que tiene mis mandamientos, y los guarda, e?se es el que me ama; y el que me ama, sera? amado por mi Padre, y yo le amare?, y me manifestare? a e?l".
4.- El amor, en la Mente Divina, es la idea de la unidad universal. En expresio?n, el amor es el poder que une y vincula el universo y todo lo que hay en e?l, en divina armoni?a.
5.- El amor es fundamental,, entre todas las facultades de la mente. Su centro de actividad en el cuerpo, es el plexo cardi?aco. El representante fi?sico del amor es el corazo?n, la misio?n del cual es hacer uniforme la circulacio?n de la sangre en el cuerpo. De la misma manera que el corazo?n hace uniforme la corriente de vida en el cuerpo, el amor armoniza los pensamientos de la mente.
6.- Hemos visto que los doce hijos de Jacob representan las doce facultades de la mente. Cuando Levi? (e?l amor) fue dado a luz por el alma humana (Lea), su madre dijo: "Ahora esta vez se unira? mi marido conmigo". Unimos las fuerzas de nuestra alma a aquello que es el centro de nuestro amor. Si amamos las cosas de los sentidos o las cosas materiales, nos unimos o vinculamos a ellas a trave?s de una ley permanente del ser. En el orden divino del ser, el alma o parte pensante del hombre, se une a su ego espiritual. Si se le permite unirse a lo exterior o a la conciencia de los sentidos, forma ima?genes personales que son limitadoras. El Sen?or ordeno? a Moise?s que hiciera todas las cosas "conforme al modelo que le habi?a sido mostrado en el monte". Este "monte" es el lugar de la elevada comprensio?n, o conciencia espiritual, cuyo centro de accio?n es la misma cu?spide del cerebro.
7.- En la regeneracio?n, nuestro amor experimenta una transformacio?n que lo ampli?a, lo fortalece y lo hace ma?s profundo. Ya no limitamos nuestro amor a la familia, los amigos o los conocidos, sino que lo extendemos para que incluya todas las cosas. La negacio?n de las relaciones humanas parece, a primera vista, un repudio del grupo familiar, pero es simplemente, una limpieza de la mente de ideas limitadas de amor, cuando esta facultad se satisfari?a solamente con los parientes humanos. Si Dios es el Padre de todos, los hombres y mujeres son hermanos y hermanas dentro de la familia universal, y aque?l que vea espiritualmente abrira? su corazo?n y cultivara? ese amor abarcador que Dios ha dado como elemento unificador de la familia humana. En la medida en que nos separamos en familias, asociaciones exclusivistas, y facciones religiosas, rechazamos el amor de Dios. A menos que haya una especi?fica negacio?n en cada clase de esclavitud de pensamiento humano, uno estara? bajo la ley de los sentidos. Todo aquel que desee llevar a c a b o una verdadera relacio?n, debera? afirmar directamente la unidad espiritual basada, en la obediencia. Dijo Jesu?s: "¿Quie?n es mi madre y quie?nes son mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus disci?pulos dijo: He aqui? mi madre y mis hermanos. Porque todo aque?l que hace la voluntad de mi Padre que esta? en los cielos, e?se es mi hermano, y hermana, y madre".
8.- Entre los apo?stoles de Jesu?s, Juan representa el amor (e?l apoyaba su cabeza en el pecho del Maestro). Cuando se "llama" a este apo?stol, el amor se aviva en la conciencia. La llamada de este apo?stol consiste en traer a la conciencia una comprensio?n adecuada del verdadero cara?cter del amor, y tambie?n, poner amor en todas las relaciones de la vida. Uno deberi?a hacerse del ha?bito de meditar regularmente sobre la idea del amor en la Mente Universal, con la oracio?n "Amor Divino, manifie?state en mi?". Entonces deberi?a haber peri?odos de concentracio?n mental en el centro del amor, el plexo cardi?aco, cerca del corazo?n. No es necesario conocer la localizacio?n exacta de ese agregado de ce?lulas de amor. Piensa en el amor con la atencio?n centrada dentro del pecho, y tendra? lugar un avivamiento; todas las ideas que contribuyen a formar el amor, se pondra?n en movimiento. Esto produce una corriente de amor positiva, que cuando se envi?e con poder, desbaratara? los pensamientos de odio que se le opongan, anula?ndolos e invalida?ndolos. El pensamiento de odio se disolvera?, no so?lo en la mente del que piensa, sino en las de aque?llos con los que se pone en contacto, tanto mental como fi?sicamente. La corriente de amor no es una proyeccio?n de' la voluntad; es un poner en libertad las fuerzas naturales, igualadoras y armonizadoras, que en la mayori?a de las personas han estado reprimidas debido a las limitaciones humanas. El hombre comu?n no se percata de que posee este enorme poder, que apartara? cualquier dardo de odio que le puedan enviar. Sabemos que "la respuesta suave aparta la ira", pero esta es una facultad natural en el hombre, presente en toda alma, que puede usarse en todo momento para traer armoni?a y unidad entre aque?llos que esta?n desunidos debido a malos entendidos, a disputas o a egoi?smos.
9.- Henry Drummond dice que el de?cimo tercer capi?tulo de la primera epi?stola de Pablo a los corintios, es el ma?s grande poema de amor que jama?s se haya escrito. En su libro basado en este capi?tulo, "El amor supremo don", el profesor Drummond analiza el amor y describe sus diversas actividades. De e?l citamos:
10.- "EL ESPECTRO DEL AMOR. El amor es una cosa compuesta, nos dice Pablo. Es como la luz. De la misma manera que cuando un cienti?fico toma un rayo de luz y lo pasa a trave?s de un prisma de cristal, aque?l se descompone en los colores que lo forman (rojo, azul, amarillo, anaranjado, y todos los colores del arcoiris), asi? Pablo pasa esa cosa, el amor, a trave?s del magni?fico prisma de su inspirado intelecto, y lo descompone en sus elementos. En estas pocas palabras tenemos lo que podri?amos llamar "el espectro del amor", el ana?lisis del amor. ¿Observara? Ud. cua?les son estos elementos? ¿Notara? Ud. que tienen nombres comunes; que son virtudes de las que oi?mos hablar todos los di?as; que son cosas que puede practicar todo hombre en todo momento.de su vida; y como, a trave?s de una multitud de cosas pequen?as y de virtudes comunes, la cosa suprema, el "summum bonum", se forma? El espectro del amor tiene nueve ingredientes, a saber:
11.- Paciencia: 'El amor es sufrido'. Bondad: 'y es benigno'. Generosidad: 'El amor no tiene envidia'. Humildad: 'El amor no es jactancioso, no se envanece'. Cortesi?a: 'no es indecoroso'. Abnegacio?n: 'no busca lo suyo'. Calma: 'no se irrita'. Franqueza: 'no guarda rencor'. Sinceridad: 'no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad' ".
12.- El profesor Drummond, en su discurso sobre este capi?tulo dirigido a los estudiantes del Sr. Moody, reunidos en Northfield, Massachusetts, dijo "¿Cua?ntos de ustedes se unira?n a mi? para leer este capi?tulo una vez a la semana, durante los pro?ximos tres meses? Un hombre lo hizo una vez, y toda su vida cambio?. ¿Lo hara?n ustedes? ¿Lo hara?n?".
13.- El amor es ma?s que mera afeccio?n, y todas nuestras palabras declarando nuestro amor, no tienen valor alguno a menos que tengamos esta corriente interior, la cual es verdadera substancia. Aunque tengamos la elocuencia de los hombres y los a?ngeles, si no tenemos este profundo sentimiento, no nos sirve de nada. Deberi?amos negar la mera afeccio?n convencional y superficial, y deberi?amos fijar nuestra mente en la verdadera substancia de amor.
14.- La caridad no es amor. Puedes tener buen corazo?n y dar a los pobres y los necesitados, hasta que tu mismo te empobrezcas, y, sin embargo, no adquirir amor. Puedes ser un ma?rtir de la causa de la Verdad, y consumir tu vitalidad en buenas obras, pero estar lejos del amor. El amor es una fuerza que corre por la mente y el cuerpo, como oro derretido en un crisol. No se mezcla con metales inferiores, no tiene afinidad con nada inferior a e?l mismo. El amor es paciente; nunca se cansa o se desanima. El amor es siempre bondadoso y apacible. No envidia, los celos no tienen cabida en su mundo. El amor nunca se engri?e con orgullo humano, y no hace alarde de si? mismo. Es el amor el que refina al caballero o la dama, aunque tanto e?l como ella ignoren los patrones culturales del mundo. El amor no busca su propio beneficio; el beneficio le viene sin buscarlo.
15.- Jesu?s llego? proclamando la interrelacio?n espiritual de la familia humana. Sus ensen?anzas fueron siempre de mansedumbre, de flexibilidad, y de amor. "Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, y orad por los que os persiguen". Para hacer esto, debe uno establecerse en la conciencia del amor divino, y para preservar tan altas normas, disciplinarse mentalmente. La ley divina se funda en la eterna unidad de todas las cosas, "asi? que el cumplimiento de la ley es el amor". La ciencia fi?sica ha descubierto que todo puede reducirse a unos pocos elementos primordiales, y que si el universo se destruyera, podri?a reconstruirse de nuevo, de una sola ce?lula. De esta manera, esa ley de armoni?a, que tiene su origen en el amor, esta? establecida en medio de todo individuo. "Dare? mi ley en su mente, y la escribire? en su corazo?n". Pero para que este principio fijado internamente pueda salir a la superficie, el hombre debe abrirle el camino, teniendo fe en el poder del amor para lograr todo lo que Jesu?s reclamaba para e?l.
16.- "El amor al dinero es rai?z de toda clase de males". El amor al dinero, no el dinero en si?, es la rai?z de toda clase de males. El dinero es algo conveniente que libra al hombre de muchas dificultades en el intercambio de valores. Las civilizaciones primitivas usaban un me?todo muy engorroso en el comercio de sus productos, sin medida
monetaria de valor, en tanto que el progreso moderno utiliza el dinero continuamente como medio de intercambio. El dinero es, por tanto, bueno para el hombre que percibe por los sentidos; pero cuando e?ste se enamora de e?l y lo acumula, lo hace su dios. El borrar esta idea de la conciencia humana, es parte del trabajo del metafi?sico. Al confiar en Dios, tenemos fe en El como nuestro recurso, y El se vuelve un proveedor y un soste?n espiritual perpetuo; pero cuando ponemos nuestra fe en el poder de las riquezas materiales, removemos nuestra confianza de Dios y la establecemos en esta transitoria substancia de herrumbre y corrupcio?n. Los que esta?n hipnotizados por la idea de dinero, no entienden claramente este punto. Cuando el metafi?sico afirma que Dios es su opulento proveedor y su soste?n, y declara que tiene dinero en abundancia, algunos suponen que e?l ama el dinero y que depende de e?l de la misma manera que los devotos del becerro de oro. La diferencia es que uno confi?a en la ley de Dios y el otro en el poder del becerro de oro. El hombre que se entrega ciegamente a la tarea de obtener dinero, llega a enamorarse de e?ste, y, finalmente, se vuelve su esclavo. El metafi?sico inteligente maneja la idea de dinero y la domina.
17.- Cuando Jesu?s dijo: "Yo he vencido al mundo", lo que queri?a decir es que por medio del uso de ciertas palabras, El habi?a disuelto todos los estados adversos de conciencia en materialidad, apetito y egoi?smo. Cristo es la Palabra, el Logos. Como la palabra es la semilla de la mente, de la cual surge toda condicio?n, se enfatiza grandemente el uso de la palabra, tanto en las Escrituras, como en las interpretaciones metafi?sicas de las mismas. La palabra es la cosa ma?s permanente que existe. "El cielo y la tierra pasara?n, pero mis palabras no pasara?n". Todos los metafi?sicos reconocen que ciertas palabras, usadas persistentemente, moldean y transforman condiciones en la mente, el cuerpo y los asuntos. La palabra "amor" vence al odio, la resistencia, la oposicio?n, la obstinacio?n, la ira, los celos y todos los estados de conciencia donde haya friccio?n mental o fi?sica. Las palabras hacen las ce?lulas, y estas ce?lulas se ajustan unas a otras a trave?s de la asociacio?n de ideas. Cuando el amor divino entra en el proceso de pensamiento del hombre, cada ce?lula se equilibra y se estabiliza en el espacio, en perfecto orden matema?tico en relacio?n al peso y la distancia relativa. La ley y el orden rigen en las mole?culas del cuerpo, con la exactitud que caracteriza su accio?n en los mundos del sistema planetario.
18.- El amor Divino y el humano no deben confundirse, porque uno es tan ancho como el universo y esta? siempre gobernado por leyes inmutables, mientras que el otro es inconstante, egoi?sta y licencioso. Es a este aspecto personal del centro del amor en el hombre que Jesu?s se referi?a cuando dijo: "Del corazo?n de los hombres, proceden pensamientos malvados". Pero en la regeneracio?n, todo esto se cambia; el corazo?n se limpia y se vuelve el baluarte de las"relaciones correctas entre todos los hombres. "En esto conocera?n todos que sois mis disci?pulos, si tuviereis amor los unos con los otros". No podremos entrar de lleno en la conciencia de Cristo, mientras tengamos rencor a alguien. La mente esta? constituida de tal manera, que un simple pensamiento discordante tin?e toda la conciencia; por tanto, debemos arrojar todo pensamiento maligno o de resistencia, antes de poder conocer el amor de Dios en su totalidad. "Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y alli? te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja alli? tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcili?ate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda".
19.- El amor divino en el corazo?n le inspira a uno intrepidez e indomable valor. "Dios no nos ha dado un espi?ritu de temor; sino de poder, y de amor y de disciplina". Una mujer que entendi?a esta ley fue detenida por un ladro?n. Ella le miro? fijo en los ojos y dijo: "Dios te ama". El la solto? y huyo? de alli?. Otra mujer vio a un hombre golpeando a un caballo porque e?ste no queri?a subir una carga por una montan?a. Silenciosamente, la mujer le dijo al hombre: "El amor de Dios llena tu corazo?n, y eres tierno y bondadoso". El desaparejo? el caballo, y el agradecido animal camino? directamente hasta la casa donde estaba la mujer, y pego? su nariz contra la ventana detra?s de la cual la mujer se encontraba de pie. Una nin?ita cantaba: "Jesu?s, amante de mi alma", en presencia de un empedernido criminal; el corazo?n del hombre se ablando? y se reformo?.
20.- El nuevo cielo y la nueva tierra, que se esta?n estableciendo ahora entre todos los hombres y las naciones de todo el mundo, esta?n basados en el amor. Cuando los hombres se comprenden unos a otros, el amor se acrecienta. Esto es cierto, no so?lo entre los hombres, sino tambie?n entre el hombre y el mundo animal, y aun entre el hombre y el mundo vegetal. En el parque de Yellowstone, donde los animales son protegidos por el gobierno, los osos grises vienen a las puertas de las casas y comen migajas de la mesa, y animales salvajes de todas clases son mansos y amistosos. "Morara? el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostara?; el becerro y el leo?n y la bestia dome?stica andara?n juntos, y un nin?o los pastoreara? ... No hara?n mal ni dan?ara?n en todo mi? santo monte; porque la tierra sera? llena del conocimiento de Jehova?, como las aguas cubren el mar".
21.- "Amados, ame?monos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aque?l que ama, es nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. En esto se mostro? el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envio? a su Hijo unige?nito al mundo para que vivamos por e?l. En esto consiste el amor; no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que e?l nos amo? a nosotros, y envio? a su Hijo en propiciacio?n por nuestros pecados. Amados, si Dios nos ha amado asi?, debemos tambie?n nosotros amarnos unos a los otros. Nadie ha visto jama?s a Dios, Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros. En esto conocemos que permanecemos en El, y El en nosotros, en que nos ha dado de su Espi?ritu. Y nosotros hemos visto y ratificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo. Todo aque?l que confiese que Jesu?s es el Hijo de Dios, Dios permanece en e?l, y e?l en Dios. Y nosotros hemos conocido y crei?do el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en e?l. En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el di?a del juicio; pues como El es, asi? somos nosotros en este mundo. En el mundo no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en si? castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor. Nosotros le amamos a El, porque El nos amo? primero. Si alguno dice: yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿co?mo puede amar a Dios a quien no ha visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de El: El que ama a Dios, ame tambie?n a su hermano".
SEL AMOR DEMOSTRADO
(Para usarse con la leccio?n duode?cima)
- "Dios es amor; y el que permanece en el amor, permanece en Dios".
- Moro conscientemente en la misma presencia del amor infinito.
- Dios es amor, y todo el .que ama, nace de Dios.
- He nacido del amor.
- El amor ... es el cumplimiento de la ley.
- Amo a todos y a todo.
- La fe trabaja por amor.
- Tengo fe en el supremo poder del amor.
- "Porque no nos ha dado Dios espi?ritu de cobardi?a, sino de poder, de amor y de dominio propio".
- Soy intre?pido, fuerte y sabio en el amor de Dios.
- "Mirad cua?l amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios".
- Amo al Sen?or mi Dios con todo mi corazo?n, y con toda mi mente, y con toda mi alma, y con todas mis fuerzas.
- "Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor".