LECCION VI
1.- En la metafi?sica pura so?lo hay una palabra: la Palabra de Dios. Esta es la Palabra creadora original del Ser, o el pensamiento del Ser. Es el "dijo Dios" del Ge?nesis. En el capi?tulo primero de Juan se la menciona como el "Logos". Esta palabra no puede traducirse adecuadamente. Originalmente significaba sabiduri?a, buen juicio, poder, y, adema?s, todas las potencialidades inherentes al Ser. Este divino "Logos" siempre ha estado y esta? en Dios; de hecho es Dios como poder creador. La Mente Divina crea de acuerdo con la ley, o sea, la ley mental. El hombre puede entender el proceso creador del Ser, analizando la accio?n de su propia mente. Primero, es la mente; despue?s, la idea en la mente de lo que sera? la accio?n, y entonces, la accio?n misma. La Palabra es la idea en la Mente Divina.
2.- De acuerdo con el Ge?nesis y todos los escritos mi?sticos que guardan relacio?n con la creacio?n, la Mente Divina expresa su Palabra y a trave?s de la actividad de la Palabra, el mundo se manifiesta. El hombre es la consumacio?n y su espi?ritu tiene dentro de si? la concentracio?n de todo lo que esta? contenido en la Palabra. A Jesu?s se le llama el Verbo de Dios.
"El Verbo se hizo carne y habito? entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como la del unige?nito del Padre)". Siendo Dios perfecto, Su idea, Su pensamiento, Su Palabra, deben ser perfectos. La Palabra perfecta de Dios, es el hombre espiritual. Es a trave?s del hombre espiritual o de la Palabra de Dios, que todas las cosas se hacen, que todas las cosas se manifiestan. "Y sin e?l nada se hizo de cuanto fue hecho". El Verbo es el "unige?nito" de Dios, porque so?lo hay una idea del hombre en la Mente Divina, y esa idea es el patro?n perfecto del cara?cter del hombre.
3.- En el primer capi?tulo de Juan se implica que hay cosas que no se hacen siguiendo los ideales divinos y que, por consecuencia, no son reales. Las creaciones de la Palabra de Dios son permanentes e incorruptibles. Como un imitador de la Mente Divina, el hombre tiene el poder de formar y manifestar cualquier cosa que imagine, pero, a menos que su pensamiento este? unificado con la Mente Divina, y sus operaciones guiadas por la infinita sabiduri?a, las formas de su pensamiento, son perecederas.
4.- Los procesos mentales son parte de todas las cosas creadas. La ciencia fi?sica ha descubierto que todo a?tomo tiene substancia, fuerza e inteligencia y e?stas son las tres partes esenciales de la mente. La Mente es el u?nico poder creativo, y toda tentativa de expu?car la creacio?n desde otro punto de vista, es inu?til. Los procesos creativos de la mente operan continuamente; la creacio?n esta? teniendo lugar todo el tiempo, pero el plan original, el disen?o de la Mente Divina, esta? terminado.
5.- El hombre no puede saber co?mo opera el pensamiento, o la Palabra, sino a trave?s de su propia conciencia; por consiguiente, debe comprender, controlar y poner en orden su propia palabra, pues es a trave?s de ella que comprende el Verbo de Dios. El estudio de nuestra propia conciencia es, por tanto, lo ma?s importante. Los antiguos griegos reconocieron esto, y escribieron sobre la puerta de uno de sus templos: "Hombre, cono?cete a ti mismo". El ser del hombre es espiritual, y cuando esta? en directa unidad consciente con la Mente-Padre, tiene un poder formativo permanente. Aun cuando el hombre use su pensamiento equivocadamente, su mente esta? formando condiciones que hasta pueden alterar el aspecto de la naturaleza. Todo pensamiento que? sale del cerebro envi?a vibraciones a la atmo?sfera circundante, y pone en accio?n el reino de las cosas. El resultado esta? en relacio?n con la habilidad que, se tenga para concentrar las fuerzas mentales. La vibracio?n de pensamiento normal, produce so?lo resultados temporeros, pero bajo una actividad mental intensa, condiciones ma?s o menos permanentes se imprimen en la sensible placa del e?ter universal, y, a trave?s de esta actividad, se manifiestan fi?sicamente.
6.- Toda idea que se origina en la Mente Divina, se expresa en la mente del hombre; la idea de la Mente Divina se trae al plano exterior de la conciencia, a trave?s del pensamiento del hombre. Hay centros en el organismo del hombre que responden a las ideas divinas, de la misma manera que los instrumentos musicales responden a las vibraciones musicales. Entonces, a trave?s de otro movimiento de lo que se llama el consciente, o el plano ma?s exterior de la accio?n, el pensamiento toma expresio?n en forma de palabra hablada. En el hombre consciente formado (en el cuerpo), hay un punto de concentracio?n para esta palabra, y a trave?s de este punto, la palabra se expresa en vibraciones invisibles. Por ejemplo, en la base de la lengua hay un centro cerebral, y a trave?s de e?l la mente controla la faringe, la lengua, y todos los otros o?rganos que intervienen en la formacio?n de las palabras. Siguiendo la ley creativa en su operacio?n de lo informe a lo que tiene forma, podemos ver co?mo una idea fundamental en la Mente Divina, es captada por el ego del hombre, como e?sta toma forma en su pensamiento, y como ma?s tarde es expresada a trave?s de la palabra hablada. Si en cada paso de este proceso e?l se ajusta a la divina ley creadora, la palabra del hombre podri?a hacer cosas instanta?neamente, como Jesu?s multiplico? los panes y los peces. Pero, en vista de que ha perdido, en cierto modo, el conocimiento de los pasos de este proceso creador de adentro hacia afuera, hay muchas pifias y condiciones anormales, como ma?s fracasos que e?xitos en los resultados.
7.- Sin embargo, toda palabra tiene su efecto, aunque e?ste no se vea o reconozca. Jesu?s dijo que al hombre se le tomari?a cuenta de "cada palabra inu?til", y una observacio?n concienzuda del poder de la mente en los asuntos del individuo, demuestra que esto es verdad. Usualmente, expresamos en palabras lo que pensamos; y nuestras palabras manifiestan en nuestra vida y asuntos cualquier cosa que hayamos puesto en ellas. Un pensamiento de debilidad es seguido por palabras de debilidad. A trave?s de la ley de expresio?n y forma, las palabras de debilidad convierten en debilidad el cara?cter de todo lo que las recibe.
8.- Los nervios son los alambres que transmiten los mensajes de la mente a todas las partes del cuerpo, y estas partes, que son formaciones del pensamiento, llevan a cabo, en cambio, la palabra que se les ha hablado. El hablar de nerviosidad o debilidad, producira? las condiciones correspondientes en el cuerpo; por otra parte, el emitir palabras de fortaleza y afirmar equilibrio, traera? la fortaleza y el equilibrio deseados. El hablar de la debilidad de tu esto?mago, hara? que tu esto?mago sea de?bil. El hablar de lo mal que esta? tu hi?gado, fijara? esa idea en tu hi?gado. La conversacio?n que las personas tienen usualmente, crea enfermedad en vez de buena salud, debido a las palabras equivocadas. Si las palabras hablan de enfermedad como una realidad, fuerzas desintegradoras se ponen en accio?n y e?stas, al final, quebrantan el organismo ma?s fuerte, si fuerzas constructivas no las contrarrestan.
9.- Como ejemplo del poder vibratorio de la palabra hablada, un cantante puede hacer pedazos un vaso de vino, concentrando sobre e?l ciertos tonos. Cada vez que hablamos hacemos que los a?tomos del cuerpo se estremezcan y cambien de lugar. No solamente hacemos que los a?tomos de nuestro propio cuerpo cambien su posicio?n, sino que aumentamos o disminuimos la velocidad de vibracio?n, y de esa manera afectamos los cuerpos de aque?llos con quienes estamos en contacto. Al decirle a un nin?o que parece enfermo y cansado, la madre produce estas condiciones en la mente del nin?o y en su cuerpo. Si la madre le dirige palabras de salud, vida y fortaleza al nin?o, e?stas pondra?n en actividad sus funciones corporales y ellas expresara?n la armoni?a del pensamiento dominante.
10.- Por tanto, toda palabra manifiesta de acuerdo con su especie. La "semilla" es la idea creadora inherente en la palabra, la naturaleza que hereda de su fuente paterna: Dios. El amante de las flores que las cuida y les habla amorosamente, siempre tiene e?xito con ellas, en tanto que su vecino, que es fri?o e indiferente, fracasa. La emanacio?n mental y la palabra creadora son las fuerzas que estimulan la receptiva inteligencia de la naturaleza, y, aunque el amante de las flores puede no saber nada de la ley de la mente, e?l esta? usando de la manera ma?s efectiva, la palabra creadora. De la misma manera, el sanador espiritual habla, mental y audiblemente, al mismo recipiente que todo lo penetra, y e?l responde reconstruyendo los tejidos dan?ados y las funciones debilitadas.
11.- La mente esta? en todas partes y sus avenidas de expresio?n, como las ondas de e?ter de la radio, corren en todas direcciones. El poder enviar mensajes alrededor del mundo sin la ayuda de alambres, es un maravilloso descubrimiento, que deberi?a silenciar para siempre a aque?llos que han sido incre?dulos cuando se ha sostenido la transferencia del pensamiento a trave?s de un e?ter similar. Pero hay un medio por el cual las ideas pueden transmitirse ma?s ra?pidamente au?n que a trave?s de las vibraciones mentales, y es a trave?s de la unidad con la Mente suprema. Esta Mente existe como lo absoluto, lo ilimitado. En su conciencia no hay apartamiento ni separacio?n, y cualquiera que se coloque dentro de su conciencia, puede lograr cosas, instanta?neamente.
12.- Cuando el centurio?n dijo a Jesu?s: "Di so?lo la palabra y mi siervo sanara?"; el Maestro dijo que no habi?a encontrado fe tan grande en todo Israel, y Su palabra sanadora fue?: "Asi? como has crei?do, te sea hecho". Debemos tener cierta cantidad de fe en la substancia de lo invisible, y en su habilidad para realizar nuestros deseos. Cuando Pedro reconocio? en Jesu?s ese principio interno llamado Cristo, el Hijo de Dios, la respuesta fue: "Ni la carne ni la sangre te lo han revelado, sino mi Padre que esta? en los cielos". El Padre debio? haber estado presente en Pedro como lo estaba en Jesu?s, y el "cielo" en el cual Pedro dijo que estaba el Padre, tambie?n debio? haber estado alli?. El hecho es que el Ser siempre esta? presente. La ignorancia mortal y la falta de fe, impiden la realizacio?n de esta verdad. Cuanto ma?s creamos en la sabiduri?a, el poder, la substancia, el amor, y la vida de la Mente u?nica, mayor sera? su efecto en nosotros y en nuestros asuntos. No so?lo debemos tener fe en el Omnipresente, sino que tambie?n debemos desarrollar nuestra comprensio?n, con el fin de poder saber por que? el Omnipresente se manifiesta a trave?s de nosotros. La ciencia fi?sica esta? hoy en di?a ma?s adelantada que la religio?n, en su reconocimiento de una substancia vital y una inteligencia universal. La religio?n esta? buscando a este poderoso Creador, fuera, en algu?n cielo distante, a pesar de las ensen?anzas de Jesu?s, que deci?a que Dios es Espi?ritu y que Su reino esta? dentro del hombre.
13.- La ciencia fi?sica, sin embargo, se queda corta al no reconocer la unidad entre la omnipresente Inteligencia y el principio del saber en el hombre. La ciencia esta? buscando el saber intelectualmente, o desde el plano de las formas y figuras, aquello que pertenece a la mente. La ciencia fi?sica ha reconocido la presencia de fuerzas creadoras, pero no conoce el poder que las mueve. La metafi?sica divina ha descubierto el poder mo?vil que tiene el pensamiento y la palabra del hombre, y esta? demostrando la verdad de este principio a trave?s de resultados en una multitud de direcciones.
14.- La palabra hablada lleva vibraciones a trave?s del e?ter universal, y tambie?n mueve la inteligencia inherente a toda forma, animada o inanimada. Se ha descubierto que aun las rocas y todos los minerales, tienen vida. Esto es prueba de la omnipresencia de la substancia animante u?nica. El hombre, al ser la ma?s alta emanacio?n de la Mente Divina, tiene gran poder directivo, y en verdad coopera con Dios en la formacio?n del universo. Deberi?amos de hablar palabras de verdad a todo, no so?lo a los humanos, sino a los minerales, vegetales y al reino animal. El fino criterio del poeta revela que "las mismas piedras lloran" donde ha ocurrido una tragedia. El e?ter que todo lo penetra, recibe nuestros pensamientos y palabras, como el cilindro de cera del fono?grafo, so?lo que mil veces ma?s exacto, y los preserva y nos los repite en vibraciones continuas. No hay secretos ni ocultaciones. Jesu?s dijo que lo que pensaras y hablaras en el aposento interior, seri?a proclamado desde los tejados, y ahora sabemos por que? esto es verdad. Las paredes mismas de tu cuarto, y aun la substancia de la atmo?sfera de ese cuarto, esta?n proclamando una y otra vez, que has hablado alli?, ya este?s presente o no. Por ejemplo, una mujer alquilo? una habitacio?n en cierta ciudad. Durante varias noches sucesivas, justo al dormirse, escuchaba a un hombre hablar incoherentemente acerca del mercado de granos. Esto continuo? por algu?n tiempo, y ella se lo menciono? a la casera, quien le informo? que el cuarto habi?a estado ocupado anteriormente por un miembro de la junta de comercio.
15.- Se le ha dado al hombre el poder de la palabra para que lo use. Cuanto mejor comprenda el cara?cter de Dios y su relacio?n con la humanidad, ma?s desinteresadamente ejercitara? este poder. Algunos lo esta?n usando de maneras egoi?stas, pero esto no debe impedir que otros que comprenden mejor la ley, lo utilicen de maneras correctas. "Todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dara?", es una promesa que nadie deberi?a ignorar. Si necesitamos cosas y e?stas son necesarias para nuestra felicidad, no es un sacrilegio poner en accio?n esta ley, para lograrlas.
16.- Las maldiciones de la bruja y las bendiciones del sacerdote, son algo en que siempre ha crei?do la llamada gente cre?dula e ignorante. A la luz de la moderna revelacio?n, la acusacio?n de ignorante deberi?a aplicarse al incre?dulo. La palabra de uno que tiene autoridad tiene peso y produce efectos a largo plazo. El mandato del me?dico en cuanto a que cierta enfermedad sera? desastrosa para el paciente (si e?ste cree en e?l), contrarestara? todas las fuerzas sanadoras de la naturaleza. El rasgun?o de un alfiler ha causado un envenamiento de la sangre, porque no se ha negado apropiadamente, que tal cosa sucederi?a.
17.- El hombre tiene el poder de negar y disolver todas las palabras desintegradoras, discordantes y causantes de enfermedades. El conocimiento de este hecho es el mayor descubrimiento de todos los tiempos. Ninguna otra revelacio?n hecha por Dios al hombre, puede ser comparada con e?sta. Puedes hacer de ti mismo una nueva criatura, y puedes edificar el mundo a tu alrededor de acuerdo con tus ma?s altos ideales. No temas, y habla a la ley suprema acerca de los deseos de tu corazo?n. Si tu palabra es egoi?sta, lo que vendra? a ti a trave?s de su uso, sera? insatisfactorio, pero te beneficiara?s con la experiencia y, por tanto, aprendera?s a hablar palabras de rectitud solamente. Es tu deber, como practicante de la ley divina, pronunciar el "Logos", la misma Palabra de Dios, y hacer que el Jardi?n del Ede?n (la Substancia-Mente omnipresente) se manifieste para ti y en ti, en su innata perfeccio?n.
EL PODER DE LAS PALABRAS
(Para usarse con la leccio?n sexta)
- "La muerte y la vida esta?n en el poder de la lengua".
- La lengua del sabio es salud".
- Aque?l que guarda su boca, guarda su vida".
- Aque?l que guarda su boca y su lengua, guarda su alma de los peligros".
- 5. "La boca del tonto es su destruccio?n, y sus labios son la trampa de su alma".
- "¿Has visto a hombre que sea precipitado en sus palabras? Hay ma?s esperanza para un tonto que para e?l".
- "Las palabras gratas son como el panal de miel: dulzura para el alma y salud para los huesos".
- "Los labios del sabio lo preservara?n".
- "Aparta de ti la boca voluntariosa, y los labios perversos, aleja de ti".
- "Huye de la chachara profana, pues ella marcha hacia la impiedad, y su palabra devorara? como la gangrena".
- "Los que deseen amar la vida y ver di?as buenos, que refrenen su lengua del mal, y sus labios de hablar engan?o".
- "Aque?l que ordene su camino rectamente, le mostrare? la salvacio?n de Dios.
- "Tendre? cuidado en mi camino, para no pecar con mi lengua: mantendre? una brida en mi boca, mientras el malvado esta? frente a mi?".
- "¿Que? hombre es el que desea vida y ama muchos di?as, el que vera? el bien? Aparta tu lengua del mal, y tus labios del hablar vano".
- "De toda palabra vana que el hombre hable, dara? cuenta en el di?a del juicio".