LECCIO?N II
LA IDEA PERFECTA DEL SER
1.- El fundamento de nuestra religio?n es el Espi?ritu, y debe haber una ciencia de la Verdad. La ciencia de la Verdad es Dios pensando la creacio?n. Dios es la Mente original, en la cual existen todas las ideas. La Mente u?nica y original crea a trave?s del pensamiento. Todo esto esta? explicado en el primer capi?tulo de Juan:
2.- En el principio era el Verbo (Logos: palabra-pensamiento), y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. El estaba en el principio con Dios. Todas las cosas por El fueron hechas, y sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
3.- La enciclopedia bi?blica de Eadie dice: "El te?rmino 'logos' significa 'pensamiento expresado', ya como una idea en la mente o como una expresio?n oral".
4.- Una comprensio?n del "logos" nos revela la ley bajo la cual se manifiestan todas las cosas: la ley de la accio?n mental. La creacio?n tiene lugar a trave?s de la accio?n del "logos". Dios "piensa" el universo y e?ste se manifiesta inmediatamente. Ni aun El puede crear sin una ley. La ley de la divina creacio?n es el orden y la armoni?a del pensamiento perfecto.
5.- La Mente Divina expresa sus pensamientos de una manera tan perfecta, que no hay necesidad de cambio; de ahi? que todas las oraciones y su?plicas para que la voluntad de Dios cambie y se ajuste a los deseos humanos, sean inu?tiles. Dios no cambia Su Mente, ni ajusta Su pensamiento para complacer las opiniones contradictorias de la humanidad. Al comprender la perfeccio?n de los pensamientos de Dios, el hombre debe adaptarse a ellos; al hacerlo, se dara? cuenta de que nunca hay necesidad de cambio en la voluntad de Dios con relacio?n a los asuntos humanos.
6.- La clave de la Mente Divina esta? en todo hombre: es la accio?n de la mente individual. El hombre es creado a "imagen" y "semejanza" de Dios; el hombre es, por tanto, un aspecto de la Mente Divina, y su mente debe operar como la Mente original. Estudia tu propia mente y, a trave?s de ella, encontrara?s la Mente-Dios. De ninguna otra manera podra?s obtener una comprensio?n completa de ti mismo, del universo y de la ley bajo la cual este universo ha sido creado. Cuando veas al Creador pensando Su universo como el matema?tico piensa en la solucio?n de su problema, comprendera?s la necesidad de todo el esfuerzo aparente que la naturaleza lleva a cabo para expresarse a si? misma; tambie?n comprendera?s por que? se mantiene fluyendo dentro de tu alma, el impulso por cosas ma?s elevadas. La Mente-Dios es pensamiento viviente y accio?n. La Mente-Dios esta? pensando en ti; ella apremia a tu mente para que capte las ideas de verdad, y las exprese.
7.- Es por tanto verdad, tanto bajo lo?gica como bajo inspiracio?n, que el hombre y el universo existen en la Mente-Dios en forma de pensamientos vivientes y actuantes. La Mente-Dios se da a si? misma en Sus creaciones, y esas creaciones evolucionan, por tanto, hacia una independencia que tiene el poder de cooperar con la voluntad original de Dios, o de oponerse a ella. Es, pues, de vital importancia estudiar la mente y comprender sus leyes, porque el punto de partida de toda forma en el universo, es una idea.
8.- Todo hombre, tarde o temprano, se hace esta pregunta: "¿Que? soy yo?". Dios contesta: "Espiritualmente, tu? eres Mi idea de Mi? mismo, tal como Me veo en lo ideal; fi?sicamente, eres la ley de Mi mente, ejecutando esa idea". "Grande es el misterio de la santidad", dijo Pablo. Saber so?lo un poco, es cosa peligrosa cuando se trata del estudio del Ser. El separarse uno mismo del Todo, y entonces tratar de descubrir el gran misterio, es como disecar un cada?ver para encontrar el origen de la vida.
9.- Si quieres saber el misterio del Ser, mi?rate en el Ser. Cono?cete como una idea integral en la Mente Divina, y todas las otras ideas te reconocera?n como su compan?ero de trabajo. Sal fuera de la Santa Trinidad y te convertira?s en un mero espectador. Entra dentro de la Trinidad y te convertira?s en Su avenida de espresio?n. Por lo comu?n, conocemos a la Trinidad con los nombres de Padre, Hijo y Espi?ritu Santo, metafi?sicamente, esto se-conoce como mente, idea y expresio?n. Estos tres son uno. Cada uno se ve a si? mismo como incluyendo a los otros dos, pero en creaciones separadas. Jesu?s, el prototipo de hombre, se coloco? a Si? mismo en el lugar de la Divinidad y dijo: "El que me ha visto a mi?, ha visto al Padre", pero reconociendo la supremaci?a del Principio espiritual que estaba demostrando agrego?: "El Padre es mayor que yo".
10.- El reducir la Trinidad a simples nu?meros le quita mucho de su misterio. Cuando decimos que hay un Ser con tres actitudes mentales, hemos expuesto en te?rminos simples, todo lo que esta? envuelto en la intrincada doctrina teolo?gica de la Trinidad.
El clero siempre ha encontrado de provecho hacer complicado aquello que, en realidad, es simple. Cuando la religio?n se vuelve una industria, tiene sus secretos del ramo, que parecen muy complicados a los no iniciados. La investigacio?n moderna de las caracteri?sticas de la mente, esta? haciendo desaparecer todos los misterios de los egipcios, los hindu?es; los hebreos y muchas otras religiones y sistemas mi?sticos del pasado. Los partidarios de esos sistemas esta?n tratando de perpetuar su llamado "conocimiento secreto", a trave?s de las sociedades ocultas que surgen por todas partes en nuestros di?as, pero tienen escaso e?xito. El moderno buscador de la Verdad confi?a muy poco en la fe. A menos que el que pregona erudicio?n ocultista pueda demostrar su poder en el mundo de lo tangible, la gente desconfiara? de e?l. La mayori?a de los occidentales no sienten la reverencia por el sacerdocio que prevalece en los pai?ses orientales. En la India, tanto los adultos como los nin?os, ven con reverencia al hombre santo vestido con su tu?nica amarilla; en este pai?s, lo miran con extran?eza y los nin?os le tiran piedras hasta que busca la proteccio?n de la polici?a. Esto parece irreverente, casi ba?rbaro, pero, sin embargo, es la expresio?n de un repudio innato de todo lo que busca establecerse sobre otra base que no sea la demostracio?n pra?ctica.
11.- La mente de Dios es Espi?ritu, alma y cuerpo; esto es, mente, idea y expresio?n. La mente del hombre es Espi?ritu, alma y cuerpo, no separada de la Mente-Dios, sino existiendo en ella y manifesta?ndose en una identidad peculiar a cada individuo. Todo hombre edifica dentro de su consciente, los tres departamentos de la Mente-Dios, y su e?xito en el proceso se evidencia por la armoni?a (en su conciencia) del Espi?ritu, el alma y el cuerpo. Si e?l es solo cuerpo, tan solo esta? expresando una tercera parte de si? mismo. Si al cuerpo an?ade el alma, equivale a dos tercios del hombre, y si a e?stos an?ade el Espi?ritu, esta? en el camino de la perfecta naturaleza humana que Dios designo?. El hombre no tiene ni Espi?ritu, ni alma, ni cuerpo que le pertenezcan, tan solo tiene identidad. El puede decir "Yo". El utiliza el Espi?ritu de Dios, el alma de Dios y el cuerpo de Dios, como su "yo" escoge. Si e?l los utiliza con la idea de que le pertenecen, entonces surge el egoi?smo que limita su capacidad y menoscaba su producto.
12.- En su correcta relacio?n, el hombre es la entrada y salida de la vida, la substancia y la inteligencia, presentes dondequiera. Cuando su "yo" reconoce este hecho y se ajusta a las expresiones invisibles de la Mente u?nica, la mente del hombre se vuelve armoniosa; su vida, vigorosa y perfecta, y su cuerpo, saludable. Es imprescindible que el individuo entienda esta relacio?n para que crezca de manera natural. Esto no debe ser entendido como una mera proposicio?n abstracta, sino que es necesario que e?l funda su vida, conscientemente, con la vida de Dios, su inteligencia con la Suya, y su cuerpo con "el cuerpo del Sen?or". La identificacio?n consciente debe prevalecer en todo hombre, antes de que e?l pueda entrar en la relacio?n correcta. Esto supone, no so?lo el reconocimiento de la inteligencia, la vida y la substancia universales, sino tambie?n sus diversas combinaciones en la conciencia del hombre. En el mundo individual, estas combinaciones dependen, para su perfecta expresio?n, del reconocimiento del hombre y de su fidelidad a su origen: la Mente-Dios. El hombre es una idea perfecta en la Mente-Dios. La Mente-Dios esta? tratando, constantemente, de expresar en cada hombre, Su idea perfecta: el hombre u?nico y verdadero.
13.- La idea del hombre perfecto en la Mente-Dios, se conoce con diferentes nombres en los distintos sistemas religiosos. El Khrisna de los hindu?es es lo mismo que el Mesi?as de los hebreos. Todas las grandes religiones del mundo, esta?n basadas en la ciencia espiritual, pero no toda esa ciencia es entendida por sus seguidores. A los hebreos se les ha dicho una y otra vez, por los espiritualmente sabios, que un Mesi?as, u hombre Cristo, naceri?a en medio de ellos no Lo reconocieron, debido a su falta de comprensio?n. La misma clase de incomprensio?n prevalece generalmente, hoy en di?a. El hombre Cristo, o la perfecta idea de la Mente-Dios, esta? siendo ahora expresada y demostrada, por hombres y mujeres, como nunca antes en la historia de la raza. Aque?llos que se dicen seguidores de la verdadera religio?n, deberi?an estar alertas para no sacar la idea del hombre perfecto de sus sinagogas, como los judi?os sacaron a Jesu?s de las suyas. Los antiguos fariseos preguntaron a Jesu?s: "¿Con que? autoridad haces estas cosas?", y los modernos fariseos continu?an repitiendo la misma pregunta. La substancia de la respuesta de Jesu?s fue: "Por sus frutos los conocera?s." Leer Matt. 21:23-46.
14.- Este hombre, que es la perfecta idea de Dios, es tu verdadero ser. La Mente-Dios, bajo la ley del pensamiento, busca constantemente manifestar Su perfeccio?n en ti. El es tu espi?ritu, y cuando buscas Su orientacio?n y te pones a trave?s de la oracio?n y afirmacio?n, en contacto mental con El, Su manifestacio?n aumenta grandemente en tu vida. Ella tiene tras si?, todos los poderes del Ser, y no hay nada que no pueda hacer si le das completo poder, y haces tus pensamientos lo suficientemente fuertes como para expresar las grandes fuerzas que esta? buscando expresar en ti.
15.- Una parte muy importante de la ley de accio?n mental es el hecho de la unidad del pensamiento. Es absolutamente necesario comprender la naturaleza de este hecho, antes de que uno pueda demostrar el poder de la mente superconsciente. Entre nuestros compan?eros, nos agradan y somos .atrai?dos hacia aque?llos que comprenden y simpatizan con nuestros pensamientos. La misma ley opera en la Mente Divina: Sus pensamientos son atrai?dos y se expresan en las mentes de aque?llos que se elevan a su norma de pensamiento. Esto significa que debemos pensar acerca de nosotros mismos como Dios piensa, para poder apreciar y atraer Sus pensamientos y manifestar los frutos. Si piensas de ti mismo como algo menos que el hijo perfecto de un perfecto Padre, rebajas la norma de pensamiento de tu mente y cortas el inn?ujo de pensamiento de la Mente Divina. Jesu?s se referi?a a esta ley cuando dijo: "Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto".
16.- Cuando progresamos en la comprensio?n de la perfecta naturaleza del hombre, encontramos que se va formando en nosotros unnuevo estado de conciencia; pensamos y hacemos muchas cosas en desacuerdo con la costumbre establecida, y la vieja conciencia se levanta y pregunta: "¿Con que? autoridad?". Por tanto tiempo hemos estado buscando la autoridad humana en asuntos religiosos, que sentimos que estamos pisando un terreno peligroso, si nos atrevemos a pensar ma?s alla? de las doctrinas prescritas. Es en ese momento que deberi?amos apelar a la suprema razo?n del Espi?ritu y proclamar lo que percibimos como la ma?s alta verdad, haciendo caso omiso de lo precedente o de la tradicio?n, de la ignorancia mental o de la limitacio?n fi?sica: YO SOY es la "imagen de Dios", el "Hijo unige?nito" (La Mente expresada) del Alti?simo. Este es nuestro verdadero ser, y nunca nos daremos cuenta de ello, a menos que entremos en e?l en mente, porque so?lo alli? existe, y no en ninguna otra parte.
17.- So?lo a trave?s de la mente superconsciente podemos contemplar a Dios y ponernos en contacto con El. "Ningu?n hombre ha visto a Dios jama?s; el Hijo unige?nito, que esta? en el seno del Padre, e?l lo ha declarado". Se ha ensen?ado que Jesu?s exclusivamente fue "el Hijo unige?nito", pero El mismo dijo: "¿No esta? escrito en vuestra ley que yo dije 'Dioses sois'? ". El proclamo? la unidad de todos los hombres en el Padre. "Yo soy la luz del mundo". "Vosotros sois la luz del mundo". Dijo Pablo: "Porque todos cuantos son guiados por el Espi?ritu de Dios, e?stos son hijos de Dios". Somos "herederos de Dios y co-herederos con Cristo".
18.- En este asunto de la filiacio?n hay un punto importante que no debemos perder de vista; este punto es la diferencia entre aque?llos que perciben su calidad de hijos de Dios como una posibilidad, y aque?llos que la han demostrado en sus vidas. "Os es necesario nacer de nuevo", fue el mandato de Jesu?s. El primer nacimiento es el humano: la auto-conciencia del hombre como un ser intelectual y fi?sico; el segundo nacimiento, "nacer de nuevo", es la transformacio?n y traslado de lo humano a un plano de conciencia ma?s alto, como hijo de Dios.
19.- El segundo nacimiento es aque?l "en Cristo". Es el proceso de ajuste mental y de transmutacio?n del cuerpo, que esta? teniendo lugar aqui? en la tierra. "Tened dentro de vosotros esta mente que estaba tambie?n en Cristo", es el compendio de un cambio mental y fi?sico que puede requerir an?os para poder llevarse a cabo. Pero todos los hombres deben pasar por este cambio antes de que puedan entrar en la vida eterna y ser como Jesucristo es.
20.- Este ser "nacido de nuevo" y "nacido de arriba", no es un cambio milagroso que tiene lugar en el hombre; es el establecimiento en su conciencia de lo que siempre ha existido, como la idea del hombre perfecto en la Mente Divina. Dios, siendo Espi?ritu, crea un hombre que es espiritual. Se sigue como consecuencia lo?gica, que la parte positiva, formativa y creativa de la naturaleza del hombre, es una emanacio?n directa de su Hacedor; que e?l es como Su Hacedor; que e?l esta? dotado de poder creador y que su verdadero ser es parte de la Mente-Dios, que se expresa a trave?s de su pensamiento creativo, Es a este hombre espiritual que el Padre dice: "Todo lo mi?o es tuyo".
21.- El comprender el estado de los hombres en la Mente Divina, arroja nueva luz sobre la vida de Jesu?s de Nazaret y hace sencillas muchas de sus a p a r e n t e m e n t e misteriosas declaraciones. Esta conciencia espiritual, o Mente de Cristo, estaba avivada en El, y, a trave?s de este avivamiento, El se diq cuenta de Su relacio?n con la Causa Primera. Cuando se le pedi?a que mostrara al Padre, a quien hablaba constantemente como si estuviera personalmente presente, El deci?a: "Aquel que me ha visto a mi?, ha visto al Padre". Su personalidad se habi?a fundido en lo universal. La mente y el pensamiento del Ser estaban unidos, y no habi?a conciencia de separacio?n o divisio?n.
22.- Todo en el hombre presagia ese otro hombre ma?s elevado. El mayor de esos presagios es el deseo de libertad, casi universal, que la vida espiritual promete, libertad de limitaciones materiales. La percepcio?n de lo inmortal impele al hombre a inventar artefactos meca?nicos que le llevara?n por encima de esas limitaciones. Por ejemplo, vuela por medio de mecanismos externos. En su naturaleza espiritual, posee la habilidad de sobreponerse a la gravedad; cuando este poder se desarrolle, sera? normal el ver hombres y mujeres yendo y viniendo por el aire, sin alas o artefactos meca?nicos de ninguna clase.
23.- El organismo humano posee un mundo de energi?as latentes, esperando para ser manifestadas. Distribuidos a trave?s del cuerpo, hay muchos centros nerviosos cuyas funciones son so?lo vagamente comprendidas. En el Nuevo Testamento, que es un trabajo de fisiologi?a espiritual, se hace referencia a estos centros como "ciudades" y "aposentos". El "aposento alto" esta? en lo alto de la cabeza. Jesu?s estaba en ese "aposento alto" de Su mente, cuando Nicodemo vino a verle "de noche", significando la ignorancia de la conciencia sensorial. Fue en este "aposento alto" que los seguidores de Jesu?s oraron hasta que el Espi?ritu Santo vino sobre ellos. El superconsciente, o la Mente de Cristo, encuentra su primera entrada dentro de la mente natural, a trave?s de este centro ma?s elevado del cerebro. Esta Mente de Cristo se manifiesta.a trave?s de los pensamientos, las palabras y las acciones. El nuevo nacimiento se describe, simbo?licamente, en la historia de Jesu?s.
24.- "Pues yo os digo, que muchos profetas y justos han deseado ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oi?r lo que vosotros oi?s, y no lo oyeron".
AFIRMACIONES PARA LA REALIZACIO?N DEL HIJO DE DIOS
(Para usarse con la leccio?n segunda)- Yo soy el hijo de Dios, y el Espi?ritu del Alti?simo mora en mi?.
- Yo soy el Hijo unige?nito, que mora en el seno del Padre.
- Yo soy el sen?or de mi mente y el soberano de todos sus pensamientos.
- Yo soy el Cristo de Dios.
- A trave?s de Cristo tengo dominio sobre cada uno de mis pensamientos y palabras.
- Soy el amado hijo del Padre, en el cual El se complace.
- En verdad, soy el hijo de Dios.
- Todo lo que el Padre tiene, es mi?o.
- Aque?l que me ha visto a mi?, ha visto al Padre.
- Yo y el Padre, somos uno.
- Mi ma?s elevado ideal, es un hombre perfecto.
- El ideal que le sigue, es que yo soy ese hombre perfecto.
- Yo soy la imagen y semejanza de Dios, en quien esta? mi perfeccio?n.
- Esta? escrito en la ley del Sen?or: "Vosotros sois dioses, y ... hijos del Alti?simo".
- Esto esta? escrito para que crea?is que Jesu?s es el Cristo, el Hijo de Dios; y creyendo eso, tendre?is vida en su nombre.